NOVEDADES: a la venta a partir de marzo del 2014

“El eslabón perdido”

 Quiero escribir lo que resta de mi existencia por este plano. Porque con ello; complemento mi felicidad, para así vivir a plenitud. 

Por lo tanto digo con toda seguridad que encontré el eslabón perdido en mi vida al escribir. Porque además con ello he transformando una felicidad relativa en que vivía hasta hace unos instantes: en “una felicidad absoluta".                                                                                   

”El amar”

El amar; no es otra cosa que hacer brotar hermosas rosas aromáticas en nuestra conciencia misma.                  

Y regalar una de esas rosas a cada uno de nuestros hermanos en forma de una sincera sonrisa.         

Adornadas todas ellas; con esa pureza del rocío que sale desde corazón.

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Una nueva forma de enseñar la espiritualidad en nuestro tiempos modernos; como el mismo maestro Jesús Cristo lo hacía; “en parábolas”.                 

Mismo método o sistema utilizado por el autor en este bello libro, obra, o narrativa.                                                              

Una bella obra con 35 parábolas con enseñanzas espirituales. Que sin duda nos ayudará o adiestrará tanto para el que se inicia en el aspecto espiritual como el avanzado.

Donde además del cúmulo de enseñanzas de vida; la encontraremos entretenida, agradable, y divertida mientras aprendemos, y comprendemos lo que es la espiritualidad en bellas parábolas.        

Rogelio Rosales Ordaz; por medio de su narrativa; estimula todos los sentidos del lector para con ello hacerlo protagonista en cada parábola.                                               

Donde nos hará pensar sobre cada tema, y más que nada a reflexionar sobre cada situación; donde lo más importante de todo esto, es vivir en carne propia cada suceso, cada relato, aplicándolo a nuestras propias vidas.  

                                                                             

<<< Siempre en tiempo presente, “hoy” >>>

Echando a volar la imaginación de cada uno de nosotros. Nos identificaremos de cierta manera en cada una de estas bellísimas parábolas, para con ello hacer más amena la lectura. Donde una vez más Rogelio Rosales Ordaz nos invita a leer; no como una obligación, si no; como un bello hábito en nuestras vidas.

Donde por medio de una buena lectura podremos exprimir al máximo el conocimiento aplicado, e identificado en lo espiritual. Siempre como: objetivo principal.

Te invito a leer, y; a reflexionar cada una de estas bellas parábolas o enseñanzas de vida, que sin duda al final, formarán parte de este objetivo, dejándonos grandes enseñanzas espirituales.

Como un humilde consejo del autor al lector: no leas una sola vez cada parábola. En verdad vale la pena leerlas muchas veces; porque con ello discernirás cada vez mejor el contenido de cada enseñanza.                            

Posteriormente en la lectura de cada una de las parábolas; siéntate cómodamente en algún sillón, en una silla, o simplemente recuéstate en tu cama y reflexiona sobre la parábola que acabas de leer.

Cuando la hayas comprendido, y probablemente te hallas identificado con el contenido de la misma, respira profundamente, exhalando suavemente por un espacio de tres a cinco minutos mientras tratas de poner tu mente sin pensamiento alguno.

Posterior a eso; medita en ese suceso en tu vida en donde te identificaste plenamente con el contenido de alguna de las parábolas, y aplícalas de hoy en adelante en tu vida, dejando los errores cometidos en el pasado dándote tu mismo ese perdón.

Siempre pensando en que cada día serás una persona positiva, y no cometerás esos errores nuevamente. 

Al principio quizás te será difícil lograrlo, más no imposible. Pero que; con un poco de tesón, práctica, y perseverancia; lo lograremos juntos.

Al final de cada lectura; seguida por este singular ejercicio de reflexión, y meditación; sin duda te sentirás relajado, descansado, positivo, y más feliz, porque te has logrado perdonar y romper esas cadenas de miedos.                                 

Y lo más importante, veras en ti ese cambio: con una buena sonrisa que saldrá desde tu corazón hacía todo lo que se te cruce en tu camino, y mirada.

Empezaremos juntos a despertar de ese letargo espiritual que hemos padecido por generaciones. Y en particular desde 

siempre en nuestras vidas.

Sin duda desde éste momento nuestras vidas cambiaran para bien, porque no hará falta que pregonemos ese cambio 

espiritual por los cuatro vientos.                                 

Porque la luz no necesita que le alumbren o iluminen el camino, la luz por si sola brilla, por si sola resaltará en nuestro comportamiento hacía nuestros hermanos.

Se siempre humilde de corazón, y refleja siempre ese ser espiritual que empieza una nueva etapa evolutiva.

Regala siempre la mejor de tus sonrisas a la adversidad que con ello; sin duda no habrá crisis, ni devaluaciones, mucho menos carencias en nuestras vida.              

Porque habrás encontrado el cofre de la abundancia en tu vida: “la paz espiritual”. Por lo tanto, la felicidad siempre rondará en nuestros corazones.

Que Dios siempre derrame bendiciones a toda su creación divina. Que todo caiga en tierra fértil, y de frutos en abundancia. Y lo más importante: que podamos compartir con el hermano, con todo el amor que Cristo nos enseñó. Y que por fin encontremos: “la felicidad absoluta” en nuestras vidas.